El tribunal Supremo ha estimado los recursos de casación
interpuestos por los acusados en el caso de prostitución y trama de cobro de
comisiones de los macroprostíbulos de Castelldefels, Riviera y Saratoga, rebajando
la mayoría de condenas y abriendo la puerta a su posible reapertura.
Así el tribunal Supremo deja sin efecto la sentencia de
la Audiencia de Barcelona, absolviendo del
delito de inducción a la prostitución y
asociación ilícita a los responsables de los dos macroprostíbulos, ya que se da
por demostrado que en los mismos había una organización "destinada a la
gestión del espacio físico de las instalaciones y de los servicios sexuales de
las mujeres que allí acudían para prostituirse, por decisión autónoma o que, en
cualquier caso, había sido adoptada por completo al margen de los ahora
recurrentes", manteniendo solo las penas por cohecho activo, lo que anula
muchas de las penas y deja las de hasta 10 años de prisión en menos de la
mitad.
La pena de 10
años y cinco meses impuesta al dueño del Saratoga, Raúl P., pasa a ser de tres
años y cinco meses; la de siete años y once meses para el también dueño José
Carlos H., de un año y once meses; los ocho años y once meses para el dueño del
Riviera Antonio H., pasa a ser de un año y once meses; Además deja sin efecto
la clausura definitiva de los clubs Saratoga y Riviera y absuelve a los
abogados Fernando M de extorsión y coacciones, a Àlex G. de coacciones, y a
Carlos C. de extorsión.
Por
su parte, el Ayuntamiento de Castelldefels respeta la sentencia del Tribunal
Supremo, pero asegura que “no volverán a tener licencia municipal” y recuerda que,
aunque clausuró de forma “definitiva” los dos locales en el 2014 en base a la
normativa que permite retirar la licencia municipal si el inmueble mantiene dos
años de inactividad, no está implicado en el caso, aunque “hace referencia a un
problema que creó un gran conflicto en la ciudadanía”.
La
retirada de la licencia es firme en el caso del Saratoga, que en ningún caso
podrá volver a reabrir el negocio, sin embargo, la empresa presentó un recurso por el Riviera, que podría
dejar la puerta abierta a una futura reapertura, aunque los servicios jurídicos
municipales encontraron un defecto de forma e impugnando el recurso. En estos
momentos el asunto está en manos del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya,
lo que de momento impide la reclamación de la restitución de la licencia.
Por otra parte,
la ordenanza de Civismo y del Uso del Espacio Público de Castelldefels impide
que se puedan reabrir nuevos establecimientos dedicados a la prostitución, en
primer lugar tiene que estar a una distancia mínima de 3.000 metros en línea recta
de cualquier centro docente o locales con actividades para menores de edad, y
en segundo lugar se marca la misma distancia en la que no pueden haber dos
locales dedicados a la misma actividad. Estas restricciones impedirían a la práctica
cualquier otra nueva apertura.