La antigua biblioteca que llevaba su nombre desde su
inauguración en 1986, fue trasladada en el 2012 al nuevo edificio, momento en
el que perdió su identidad a favor de un nombre más “neutral” y “sin
connotaciones políticas”, pasándose a llamar Biblioteca Central, esta decisión
fue tomada por el anterior equipo de Gobierno liderado por el PP, en coalición con CiU y la AVVIC, lo que
suscitó en su momento críticas de los partidos de izquierdas, agrupaciones
culturales y vecinales de la ciudad, los cuales empezaron una campaña a favor
de recuperar su anterior nombre creándose incluso una plataforma (col·lectiu RFJ) la
cual ha organizado durante estos años diferentes actos y eventos, entre ellos
destaca el concurso
literario Ramón Fernández Jurado, de narración y poemas en catalán,
castellano y esperanto.
