lunes, 20 de octubre de 2014

10 reflexiones sobre la práctica del taichí

1ª El taichi como unidad de tu ser

No esperes nada del taichí, simplemente hazlo, el taichí y tu es una herramienta para aprender a estar contigo mismo, si tratas de potenciar todas tus cualidades, el sistema por si solo te integrará en el Universo, no habrá resistencia y las cosas fluirán por si solas, sin esfuerzo alguno. Ves desarrollando potencia, concentración, equilibrio, coordinación, y sin esperar nada a tu esfuerzo y disciplina, cuando menos lo esperes, verás los cambios.

El taichi desarrollará en ti lo que necesitas para cada momento de tu vida cotidiana.

2ª No creas que el taichí no es dinamismo


El taichi no forma practicantes pasivos, ni meditativos, ni iluminados, ni egoístas que solo se ven a si mismos. Precisamente delante del agotamiento incesante de la era moderna es totalmente eficaz la práctica de este arte, te aportará medios de trabajo y te dará mayor vitalidad. No podemos confundir al practicante como una persona débil que se aparta con su práctica del mundo, todo lo contrario, es una persona que acepta su destino con tranquilidad y energía, lo que le aporta ganas de lucha en la vida en todo lo que se le propone. Y con esto no me refiero a que el practicante sea agresivo, todo lo contrario, el taichí le aporta afrontar las cosas de una manera práctica y directa, sin excusas y con todos los recursos que te da un buen enfoque que surge de estar centrado.

3ª Practica desde la conciencia, sin prisas

Cada vez que practiques hazlo con la conciencia de que es tu espacio, no importa el tiempo que utilices en la práctica, importa la calidad que le des. Piensa que debes ir observando tu respiración y tu movimiento, que es una acumulación de chi, que te servirá para defenderte de todo lo que venga. Guía siempre tu práctica con la intención, no pienses en nada más que estás acumulando chi, y para ello tienes que moverte despacio, sin prisas por terminar, sintiendo como cuando te mueves también lo hace el chi, y solo desarrollarás esta intención de movimiento de chi si vas lento y centrado en lo que haces. Deja que tu cuerpo siga el movimiento, lo conseguirás poniendo la intención, después la energía suficiente que has ido almacenando y finalmente surgirá el movimiento, y no tendrás que hacer ningún esfuerzo para que sea relajado.

4ª Cualquier espacio vale

Cualquier espacio es bueno, puedes desarrollar rutinas largas o series de ellas, la cuestión es practicar. Mi Maestro siempre dice: practica, es igual donde estés, en la parada del autobús, en casa, en el rellano e la escalera, seguro que si te lo propones aparece en tu mente un lugar. Nunca debes utilizar el espacio como una excusa. Tómatelo como una práctica aunque sea de diez minutos diarios donde disfrutas del taichi como una herramienta para limpiar tu cuerpo y tu mente, gracias a la circulación del chi, sin importarte si lo notas o no, ocurrirá, siempre ocurre más pronto o más tarde. Disfruta de esa danza donde te implicas por completo, dejando que salga la frecuencia con que te mueves al exterior.

5ª Practica como si cada vez fuera algo nuevo

Solo si practicas con la intención de descubrir nuevos horizontes en cada sesión tendrás la posibilidad de ir descubriendo como se mueve tu energía. Cuando hayas acumulado suficiente práctica dejarás que se abra la energía de tu cuerpo y aprenderás a expresarte en la forma, sin condicionantes ni patrones, es cuando tiene sentido la frase: “una vez hayas aprendido la técnica, olvídate de ella”, porque ya no tendrás que penar si tienes el pie o como ponerlo, porque las cosas saldrán por impulso bien hechas, porque lo habrás asimilado e incorporado, y en ese momento es cuando desarrollarás el arte, dentro de una técnica correcta, sin tenerte que preocupar por ella, solo será una estallido de conocimiento y arte donde tu chi llenará el espacio, sin más intención que la de estar gozando en la forma.

6ª Practica hasta que se convierta en parte de ti

Si tomas la decisión de practicar taichí, hazlo convencido de que no abandonarás, no esperes nada que no llegue por el simple hecho de esperarlo y te lleve a desesperar por su tardanza y a abandonar tu práctica. Ten siempre en tu mente que si te inicias seguirás adelante, que no formará parte de una más de tus adquisiciones, que tendrás días mejores, pero también peores, donde rompes con todo, y el taichi no debe ser una de esas cosas que dejas atrás.

Precisamente esos días ten en mente que cuando uno está en esas etapas donde todo lo ve negro, no son los mejores momentos para tomar decisiones. Si practicas durante un tiempo prolongado, ya no habrá necesidad de hacer esfuerzos por abandonar, porque estarás beneficiándote de todo lo que el taichí te puede aportar, y lo habrás convertido en una hábito en tu vida que precisamente te servirá para romper el egoísmo de tu mente cada vez que lleguen malos momentos. Y ten en cuenta mi consejo:”cuando decidas abandonar, inténtalo una vez más”.

7ª No te encierres en un solo aspecto

No te encierres en un solo aspecto del gran abanico de posibilidades que te da el taichí, utiliza sus beneficios según necesites, salud, deporte, tranquilidad, meditación, filosofía. Ves con cuidado con las traducciones del chino, sus letras son conceptos, y en eso el traductor le dará la intención que vea en cada momento, que  a veces no coincide totalmente con la realidad de lo que se quiere decir. No es necesario que te vuelques a una lectura incansable, la teoría del taichí sale de la práctica, y eso debería ser lo más importante. Mi consejo para no cerrarte en un solo aspecto del taichí es que sientas como estás, y enfoca tu práctica hacia esa dirección.

8ª Usa tu cuerpo con la mayor eficacia

Utiliza tu cuerpo y tu mente con la mayor eficacia, no te excedes. Si bien es muy positivo que cada día llegues más allá en tu práctica, aumentes flexibilidad, potencia, dinamismo, ten en cuenta que siempre debes hacerlo desde la tranquilidad, una mala práctica de un día te impedirá hacerlo al día siguiente como mínimo con la correcta eficacia. Tu cuerpo tiene que ir educándose, y excederse no es más que el consejo de tu mente mal enfocada o deseosa de conseguir algo, y en estas reflexiones que te cito para que las hagas he empezado por decirte que no esperes nada, lo que surja lo hará sin más, sin excesos ni castigando tu salud.

Poco a poco irás comprendiendo que todos tenemos nuestras posibilidades, distintas a todos, pero aparte de las limitaciones irás descubriendo tus dones que te diferencian de los demás, y es aquí donde debes hacer hincapié en tu práctica, en acercarte cada día un poquito más a ti mismo. Es en este momento donde descubrirás en qué punto tu cuerpo tiene eficacia, y no ocurrirá nada más que acabar cada práctica acumulando más energía y vitalidad, lo que te animará a practicar al día siguiente.

9ª Adapta tu practica al cambio de tu vida

La vida fluye por tu cuerpo, no es negativo, es una realidad. Las personas en el transcurso de la vida cambiamos hábitos o añadimos otros, porque nuestro cuerpo cambia, así como muchas veces la manera de pensar. La práctica del taichí no debe servirte bajo ningún concepto para echarte en cara que te haces viejo, que antes podías hacer cosas que hoy no puedes porque los años han pasado por tu cuerpo. El taichí debe servirte para mantener la flexibilidad, la coordinación y la mente abierta a las posibilidades de tu edad, y que a tu cuerpo le saques el máximo y correcto rendimiento posible que te permiten los años, ya tu mente esa abertura a ilusionarte con las pequeñas cosas que recibes cada día de los demás y de ti mismo.

El chi es la energía que mueve la vida, como ya he explicado, y debes dejar que viaje contigo a través de ella en su mejor calidad y con una mente positiva, cultivar años hace que la capacidad de tu cuerpo sea menor, pero te da la experiencia a sentir de una manera diferente que debes aprovechar, sin  atropellarte.

10ª Encuentra tu propio camino para practicarlo

Cuando el taichí forme parte de tus hábitos te servirá para ir descubriendo los cambios que van ocurriendo en ti. La sensibilidad que te aporta es como un examen constante de tus impulsos y salud, donde en cada momento sabes cómo te afectan las cosas, las relaciones, y en qué grado de salud y vitalidad estás para recurrir a tu médico. Esa sensibilidad la encontrarás con la práctica continuada, y evidentemente te servirá como prevención a ataques de salud y mentales donde sin esfuerzo porque las sentirás en su inicio no te cogerán por sorpresa y podrás ponerles remedio.

A medida que trascurra tus años de práctica el taichí se convertirá en tu analítico y conocerás en que lugar de salud te encuentras, en adoptar la forma del agua para buscar soluciones a las cosas sin desesperar, y en poder disfrutar de la vida a cada paso, a cada práctica. En este punto ya no hay duda, el taichí se convierte en tu filosofía de vida. El enunciado del consejo es “encuentra tu propio camino”, y llegado a este punto de comprensión del taichí, solo tendrás que recorrerlo, ya no perderás el tiempo buscando, sino disfrutando.

Maestro Joan Prat
Telf: 655 85 25 19