Entro en una sala oscura, con solo una lámpara de techo
que, como en las películas de misterio, ilumina el espacio ocupado por
incómodas sillas que forman un círculo casi perfecto.
En ellas sentadas, me observan con miradas comprensivas personas de diferentes sexos y edades (hay hasta niñ@s) con extrañas ropas de colores y enigmáticos estigmas en sus blancas manos.
Una de ellas me invita a sentarme, ‘preséntate y cuéntanos tu historia’,
me dice con voz amable. Me pongo en pie y palabras demasiado tiempo contenidas en
mi interior empiezan a brotar de forma desbocada…
Hola, me llamo Chesco y SOY ADICTO...
Todo empezó hace ahora un año y 8 meses, lo recuerdo como
si fuera ayer. Hablando de los diferentes tipos que habíamos probado a lo largo
de nuestras vidas con un amigo, ‘es algo nuevo, intenso, seguro
que te gustará, no pasa nada porque lo pruebes una vez’ me decía.
La primera siempre te la dan gratis, para engancharte.
Saben que volverás.
Y efectivamente, poco a poco me fui enganchado. Al principio
me conformaba con un par de veces a la semana, al poco tiempo ya estaba
pidiendo tres, hasta llegar a las 5 que consumo ahora, y los días que no hago
me levanto con la sensación de que me falta algo.
Si, ser adicto al CrossFit me ha cambiado la vida.
Me obliga a meterme temprano en la cama porqué al día
siguiente hay que entrenar.
A levantarme como un resorte cuando suena el despertador
con energías renovadas.
A entrar en el Box saludando a todo el mundo, chocando
manos y con una sonrisa en la cara.
A cambiarme en un vestuario lleno de energía positiva en
el que la conversación es que Wod (serie de ejercicios) nos vamos a meter hoy
(cada día es diferente).
A salir a un Box vacio (sin maquinas), pero lleno de
calor humano y expectación.
A estar nervioso por descubrir en la pizarra los
ejercicios que vamos a tener que hacer (calentamiento, técnica, fuerza y Wod)
explicados por nuestro Coach, el cual nos acompaña, enseña, guía, dirige,
corrige y anima durante toda la hora, sacando lo mejor que hay en nosotros. El
es nuestros maestro y vela por nuestro bienestar.
A darme cuenta que jamás antes habías trabajado y sudado
tanto, Y SOLO ES EL CALENTAMIENTO...!
A no tener tiempo de preocuparme de nada más que de los ejercicios
que estoy realizando. En un Box no hay tele, ni espejos, ni móviles… nada que
nos pueda distraer de nuestro objetivo, darlo todo. El ego lo dejamos fuera y
entrenamos prestando atención, con humildad y respeto hacia nuestros compañeros
y Coach.
Al subidón de adrenalina
(hormona del peligro), testosterona (hormona del crecimiento muscular), endorfinas
(hormona de la felicidad), dopamina (hormona de
la adicción, en este caso placentera) y serotonina (hormona de la calma), las
cuales se liberan durante y después del ejercicio físico intenso, potenciando nuestro
estado anímico de forma natural.
A descubrir cada día un nuevo reto y darme cuenta de que
si, SI PUEDO !!!
A terminar el Wod y animar al resto de compañer@s que aún
no han acabado (muchos días son ell@s l@s que me animan a mí). Nunca te
volverás a sentir solo.
A desconectar durante una hora y no pensar en nada más
que en superar mis limites. Y al acabar, cansado, muy cansado, disfrutar de esa
sensación de bienestar (serotonina) que da el saber que has hecho bien las
cosas.
A relajarme con la ducha que me he ganado a pulso en un
vestuario lleno de alegría y de amigos con los que has compartido sudor y mucho
esfuerzo, comentando como ha ido todo e intercambiando experiencias.
A sentirme fuerte y en forma como no recuerdo haber
estado ni en mí mejor momento.
A trabajar todo el día para, finalmente meterme en la
cama temprano por que mañana toca entreno y hay que descansar para volver a
darlo todo.
Sí, estoy enganchado al CrossFit y me ha cambiado la
vida… a mejor.
Acabo mi alegato y todo el mundo se pone en pie, me
rodean y nos fundimos en un único y cálido abrazo, porque si algo caracteriza
el CrossFit es el gran sentido/espíritu de comunidad.
De repente el Coach grita ’10 SEGUNDOS…’.
Se encienden las luces y estamos en el Box, un gran
espacio vacío (sin maquinas) pero lleno de calor humano y expectación. Todos
corremos a ocupar nuestras posiciones detrás de una barra con discos. 3… 2… 1…
piiii.
¡¡¡ EMPIEZA EL WOD !!!
¿Y aun te preguntas porqué estoy enganchado al CrossFit?
¿A qué esperas para probarlo…?
Seguro que te gustará, no pasa nada porque lo pruebes una
vez. Además, la primera es GRATIS… 3:-)
Carrer Raurell nº 2 nave-1
Castelldefels
Telf. 93 461 80 60
www.crossfitboxcastelldefels.com
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