El ayuntamiento de Castelldefels, por medio de la empresa municipal de jardinería y verde
urbano Jarfels, ha instalado en
algunas trampas a modo de prueba para la lucha contra la procesionaria del
pino.
Estas trampas
están diseñadas para atrapar a las orugas del pino antes de que lleguen al
suelo, en lugares comprometidos por la presencia de personas o animales.
Funcionan de forma “mecánica”, es decir, sin atrayentes, ni insecticidas ni
sustancias nocivas, sino de forma natural, aprovechando el ciclo de las orugas,
que bajan por el tronco para llegar al suelo y enterrarse.
Las trampas podrían
complementar otros tratamientos que se van a llevar a cabo como las inyecciones
(endoterapia) al tronco, tratamientos fitosanitarios biológicos o químicos,
retirada de las bolsas nido, etc…
El consistorio
aconseja el uso de esas trampas como una buena opción a tener en cuenta para
las fincas particulares.