Una jueza ha
condenado al ayuntamiento de Castelldefels por los 3 años de molestias
ocasionadas a los vecinos del barrio de Baixador por el ruido de los chiringuitos
de la playa.
El Juzgado de lo
Contencioso-administrativo número 5 de Barcelona ha hecho pública una
sentencia, con fecha del 31 de marzo, que es favorable a la Asociación de
Vecinos del Baixador en el contencioso que mantenía con el anterior gobierno
municipal de Castelldefels, encabezado por el PP. En esta sentencia la jueza
declara la nulidad de los decretos impugnados por la entidad vecinal “por
entender que lesionan los derechos fundamentales a la integridad física y
moral, a la intimidad personal y familiar” de los vecinos.
Entre abril del
2012 y octubre del 2014, los vecinos del barrio marítimo, llegaron a presentar más de 200
denuncias por el volumen de la música de los chiringuitos, los
cuales tenían el aval municipal para poner los altavoces a 90 decibelios (antes
el límite era de 60), sentándose con esta sentencia un importante precedente
judicial. A causa de esas denuncias, la playa de Castelldefels perdió el 2014 la distinción de calidad
ambiental “Bandera Azul”.
La sentencia no impone sanción alguna, ni a los
chiringuitos ni al consistorio, simplemente obliga al ayuntamiento de Castelldefels
a cumplir la ley y le obliga a presentar, en un plazo de 6 meses, un mapa de capacidad acústica de la ciudad, el cual debería estar
vigente desde el 2005.
El actual
gobierno municipal valora positivamente esta sentencia que da la razón a los vecinos y ha señalado
que “desde hace meses están trabajando en la elaboración de un mapa acústico de
la ciudad como el que la misma sentencia reclama, teniéndolo acabado mucho
antes de lo que reclama la sentencia al haberlo previsto con anterioridad”.
Además, el
ayuntamiento de la ciudad ya estaba trabajando en un nuevo modelo de playa que se comenzará a aplicar este mismo verano.
Un modelo que busca el equilibrio entre la actividad económica que se
genera en la playa, alrededor de los restaurantes y establecimientos de ocio, y
el necesario descanso de los vecinos residentes en esta zona de Castelldefels,
y aunque habrá más chiringuitos, serán menos los que podrán tener música en
directo y a 60 decibelios, adelantado la hora de cierre para garantizar el
descanso de los vecin@s. Con estas medidas se busca potenciar la oferta gastronómica,
la práctica deportiva y los espacios lúdicos para niños y niñas.