Desde hace unos días, vecinos
y vecinas de la ciudad nos han informado que han visto como varios operarios
están colocando una serie de cámaras en diferentes puntos de la ciudad. En las
redes sociales ha empezado a correr la noticia de que son radares con el único
fin de recaudad mediante multas.
En realidad son 17 cámaras las que están instalando en las principales entradas y salidas de Castelldefels, al igual que de los diferentes barrios, conectadas con las comisarías de Policía y Mossos d´Escuadra de la ciudad y estas, a su vez, con las del resto de municipios que han instalado dicho sistema de vigilancia, las cuales alimentan y comparten una base de datos de vehículos robados a nivel nacional.
El sistema de vigilancia, cuyo
coste asciende a unos 90 mil euros, ya se ha instalado en otros municipios
obteniendo un gran resultado, y su objetivo es el de localizar vehículos robados
mediante la lectura de matriculas. Su instalación se justifica en pro de una
mayor seguridad, coordinación policial, optimización de recursos y para garantizar
la seguridad de los ciudadanos.
Desde Gobernación hacen hincapié
en que las 17 cámaras no son radares, y su objetivo no es el de multar, como se
ha corrido el bulo en redes sociales, si no el de proteger a los vecinos y
vecinas de Castelldefels.
Fotografias: Toni Lorente.